En un mundo cada vez más consciente del cambio climático, el transporte sostenible se ha convertido en un pilar fundamental para reducir la huella de carbono global. El transporte, responsable de una parte significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), necesita transformarse para disminuir su impacto ambiental.
La importancia de avanzar hacia un transporte sostenible radica en su capacidad para mitigar el cambio climático. Este enfoque busca reducir las emisiones de CO2, mejorar la eficiencia energética y promover alternativas limpias como: los vehículos eléctricos, los biocombustibles y el transporte público, el uso de bicicletas en la ciudad, fomentar el uso de coche compartido, etc. Este artículo analizará cómo el transporte sostenible puede reducir la huella de carbono y qué medidas están implementando tanto a nivel gubernamental como empresarial.
¿Qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es el total de emisiones de GEI, en términos de CO2 equivalente, generadas directa o indirectamente por una actividad, producto y/o servicio. En el caso del transporte, estas emisiones provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles en los vehículos.
En muchos países el transporte por carretera representa más del 25% de las emisiones totales de GEI. Específicamente, en la Unión Europea, este tipo de transporte es el mayor contribuyente a estas emisiones. De aquí la importancia de reducir su impacto para cumplir con los objetivos climáticos.
Reducir la huella de carbono en el transporte no solo es esencial para mitigar el cambio climático, sino también para mejorar la calidad del aire, reducir la dependencia de los combustibles fósiles y fomentar una economía más eficiente y sostenible.
Normativa en transporte sostenible en España
Legislación actual sobre transporte sostenible
En España, la legislación sobre transporte sostenible ha avanzado en los últimos años. La Ley de Cambio Climático y Transición Energética aprobada en 2021 establece que, para 2050, el país deberá haber reducido sus emisiones de GEI en un 90% con respecto a los niveles de 1990. En el ámbito del transporte, esta normativa promueve el uso de energías renovables, la electrificación de vehículos y la creación de infraestructuras para vehículos eléctricos.
El 13 de febrero de este mismo año, 2024, se ha dado luz verde al Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible.
Incentivos y ayudas para la implementación de medidas sostenibles
El gobierno español ha implementado diversos incentivos para fomentar el transporte sostenible. Entre ellos se incluyen el Plan MOVES, que otorga ayudas económicas para la compra de vehículos eléctricos, híbridos o de bajas emisiones, y para la instalación de puntos de recarga. Además, se han promovido incentivos fiscales y programas de renovación de flotas en empresas, que ayudan a reducir el impacto ambiental del transporte comercial.
Desafíos y oportunidades en la normativa actual
Uno de los principales desafíos que enfrenta España es la lenta adopción de tecnologías limpias, tanto por parte de los consumidores como de las empresas, debido al costo inicial. Sin embargo, esta barrera se contrarresta con la oportunidad de crear nuevos empleos y tecnologías en el sector de las energías limpias. Otro reto es la adaptación de infraestructuras y redes de transporte a las necesidades de vehículos eléctricos y otros modos sostenibles.
El objetivo de la Unión Europea en el transporte sostenible para 2050
La Unión Europea (UE) ha fijado objetivos ambiciosos en cuanto al transporte sostenible para 2050. Entre ellos, el más relevante es la meta de alcanzar la neutralidad climática en ese año, lo que implica que todos los sectores, incluido el transporte, deberán reducir drásticamente sus emisiones. La UE también promueve un aumento del transporte ferroviario y el desarrollo de un transporte urbano libre de emisiones, a través de la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente.
Estrategias para lograr un transporte sostenible en las empresas
Las empresas desempeñan un papel clave en la reducción de la huella de carbono del transporte. Algunas de las estrategias que pueden implementar incluyen:
- Optimización de rutas: Mediante el uso de tecnología de geolocalización y análisis de datos, las empresas pueden reducir las distancias recorridas por sus vehículos, lo que disminuye el consumo de combustible y las emisiones de CO2.
- Renovación de flotas: La sustitución de vehículos tradicionales por opciones eléctricas o híbridas puede reducir significativamente las emisiones. Además, el mantenimiento adecuado y la eficiencia energética de las flotas también contribuyen a este objetivo.
- Optimización de cargas: Las empresas pueden mejorar la eficiencia de sus operaciones logísticas al reducir el número de viajes necesarios mediante una mejor planificación y optimización del espacio de carga.
- Fomento del transporte público y la movilidad compartida: Incentivar a los empleados para que utilicen transporte público o compartan vehículos puede reducir las emisiones asociadas a los desplazamientos diarios.
- Incentivos para la adopción de vehículos con bajas emisiones: Las empresas pueden ofrecer beneficios o bonificaciones para aquellos empleados que utilicen vehículos ecológicos o participen en iniciativas de movilidad sostenible.
El cálculo de la huella de carbono
Calcular la huella de carbono es un paso crucial para identificar las áreas de mejora en el transporte. Al cuantificar las emisiones, las empresas pueden establecer metas claras para su reducción, optimizar procesos y tomar decisiones más informadas. Además, este cálculo ayuda a cumplir con normativas ambientales y a mejorar la reputación corporativa.
En EQM Consulting calculamos la huella de su entidad según el estándar internacional que elija, cómo por ejemplo, la norma ISO 14064:1 o GHG Protocol. También podrá elegir el Alcance necesario para su huella. Este análisis permitirá conocer el impacto ambiental de su empresa y desarrollar planes de acción efectivos.
El transporte sostenible es esencial para la reducción de la huella de carbono y la lucha contra el cambio climático. A través de una combinación de legislación, incentivos y estrategias empresariales, se pueden reducir las emisiones del sector y fomentar un futuro más limpio. Si bien los desafíos son grandes, las oportunidades que ofrece la transición hacia una movilidad más sostenible son significativas, tanto para el medio ambiente como para la economía.
España y la Unión Europea han trazado una hoja de ruta clara para transformar el sector del transporte, con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática en 2050. Las empresas, por su parte, deben adoptar estrategias innovadoras y sostenibles para contribuir a este cambio, mientras calculan y reducen su huella de carbono para asegurar un futuro más verde y saludable para todos.
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