Los KPIs, procedente de las siglas en inglés “Key Performance Indicator” son indicadores que nos ayudan a medir nuestros procesos. En español más conocidos como indicadores clave o indicadores de proceso.
Los indicadores nos ayudan a medir cuantitativamente el desempeño de nuestros procesos.
El establecimiento correcto de estos indicadores es imprescindible para poder obtener de ellos una información veraz y eficaz para evaluar el desempeño de los procesos de nuestra organización.
Requisito de un KPI
Las características principales de un KPI son las siguientes:
- Medible: como ya hemos comentado los KPIs son métricas, por tanto su principal característica es que son medibles en unidades.
- Cuantificable: si se puede medir, se puede cuantificar. Por ejemplo si hablamos de unidades monetaria las cuantificaríamos en € o $. También existen muchos indicadores de gestión que se miden en porcentaje
- Específico: se debe centrar en un único aspecto a medir, hemos de ser concretos.
- Temporal: debe poder medirse en el tiempo. Por ejemplo podemos querer medir a diario, de forma semanal, mensual, trimestral, semestral o anual.
- Verificable: el propio término hace referencia a esta característica “indicadores clave de gestión”. Únicamente sirven aquellos factores que sean relevantes para nuestra empresa.
Un indicador de gestión debe informar, controlar, evaluar y ayudar a que se tomen decisiones. Cada empresa tiene sus propios indicadores de gestión, puesto que cada organización y cada modelo de negocio tienen factores clave a medir diferentes. Una empresa de producción industrial hará foco en indicadores de producción y una empresa que únicamente venda a través de internet tendrá otros indicadores clave relacionado con métricas de marketing digital.
¿Cómo diseño los KPIs en mi empresa?
Para identificar, seleccionar y trabajar correctamente factores clave para establecer los indicadores clave de gestión correctos para tu empresa debes seguir el método que propuesto a continuación, respondiendo a las siguientes preguntas:
- ¿Qué queremos medir?
- ¿Por qué medimos este dato?
- ¿Realiza el seguimiento de los resultados de uno de nuestros objetivos?
- ¿Es un factor clave para la empresa?
- ¿Quién es el responsable de supervisarlo?
- ¿Con qué periodicidad conviene supervisarlo?
Como hemos ido viendo a lo largo del artículo, los indicadores de gestión son una buena herramienta para la supervisión y control de la planificación de las acciones y objetivos de la organización. Nos permitirá diferenciar cuáles son las acciones más prioritarias y el grado de cumplimiento de cada una de ellas.
Es importante, en primer lugar, definir bien los procesos clave de nuestra empresa y llevar a cabo una correcta planificación estratégica, ya que si no, no servirá de nada medir resultados de unas acciones mal planteadas desde el inicio.
Destacamos también la importancia a la hora de selección de los KPIs, ya que podemos caer en el error de querer medirlo todo. Hay que aprender a descartar aquellos que no sean relevantes para nuestros propósitos.
Los cuadros de mando formados por indicadores de gestión KPIs, son herramientas imprescindibles para directivos y managers de empresas de todo el mundo. Las organizaciones tienen que tomar decisiones constantemente y si no conocemos en qué situación nos encontramos, difícilmente tomaremos una buena decisión.