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La Huella del Agua es una métrica esencial para determinar el impacto que las actividades, productos o empresas tienen en los recursos hídricos, favoreciendo así la sostenibilidad. El método de esta huella se basa en la Norma ISO 14046:2014, que define un enfoque para evaluar el uso del agua a lo largo del ciclo de vida de productos, procesos y organizaciones.
Al calcular la Huella del Agua, estamos considerando tanto los impactos directos como los indirectos en el agua. Dependiendo del método utilizado, se obtiene conocimiento de los impactos en la disponibilidad del agua (estrés hídrico) y en la calidad del agua dulce. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, al igual que con la Huella de Carbono, la Huella del Agua no debe ser un indicador único de sostenibilidad, ya que no abarca todos los posibles impactos ambientales y sociales.
Es relevante destacar que aunque la Huella del Agua y la Huella Hídrica son muy parecidas, se calculan de forma diferente. La Huella del Agua se basa en la Norma ISO 14046 y se enfoca en el impacto ambiental, mientras que la Huella Hídrica se basa en la metodología de la «Water Footprint Network» y su enfoque es más volumétrico. Aunque ambas comparten el objetivo de conservar los recursos hídricos y cuantificar el uso del agua, lo hacen de maneras distintas.
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La Norma ISO 14046 se fundamenta en el concepto del Análisis de Ciclo de Vida (ACV), estableciendo los fundamentos, criterios y pautas esenciales para una evaluación detallada de productos, procesos y organizaciones mediante un minucioso análisis de su ciclo de vida. Esta normativa no se limita únicamente a considerar la cantidad de agua utilizada, sino que también examina en profundidad los posibles efectos ambientales asociados a dicho consumo mediante diversos indicadores relacionados con el agua.
El ACV nos permite detectar los posibles efectos ambientales relacionados con el agua, teniendo en cuenta aspectos geográficos y temporales relevantes, y evaluando tanto la cantidad de agua consumida como los cambios en la calidad del recurso hídrico.
La metodología establecida en la Norma ISO 14046 se compone de diversas etapas que se alinean con los requerimientos especificados en dicha norma.
1. Definición del objetivo y del alcance.
2. Análisis del inventario de la Huella del Agua.
3. Evaluación del impacto de la Huella del Agua.
4. Interpretación de los resultados
Mayor conciencia sobre los datos reales de emisión de un producto o sociedad en términos de recursos hídricos o huella del agua.
Mejora la contribución a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y, por lo tanto, fomenta una gestión sostenible del negocio.
Mejora el conocimiento de los principales usos y consumos del agua y le permite establecer planes de reducción a corto, medio y largo plazo.
Incrementa la eficiencia del uso del agua y por extensión en los costes asociados a la producción o la prestación del servicio.
Obtención de datos fiables que pueden ser incorporados en los informes o memorias de estados no financieros de la empresa.
Aumento de la transparencia con las partes interesadas acerca de los esfuerzos que su organización realiza para reducir el impacto ambiental.
Estos son los principales beneficios que se consiguen con la implantación de la Norma ISO 14046 en empresas de la Comunidad Valenciana.
Mejora la reputación de la organización frente a la competencia, actuando como impulso al branding de marca.
También mejora el acceso a financiación público-privada y ayudas a los objetivos al desarrollo sostenible (ODS).
Gestión correcta y transparente de los aspectos ambientales de la organización.
Obtención de un reconocimiento externo dando fiabilidad a los datos aportados por la organización.
Mejora la transparencia e imagen que la organización traslada a la ciudadanía en general y a otras partes interesadas en particular.
Ofrece el acceso a ayudas públicas, así como a determinados concursos públicos lo que beneficia la economía empresarial.
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Si bien las metodologías de Water Footprint e ISO 14046 son distintas, es posible utilizar ambas para obtener resultados de cálculo más completos y precisos.
El análisis de la Huella de Agua requiere de conocimientos técnicos en el campo ambiental, por lo tanto, contar con un equipo especializado es fundamental para llevarlo a cabo de manera correcta.
En EQM Consulting, nos apoyamos en la metodología de la Norma ISO 14064 para calcular la Huella de Agua en tu organización. Utilizamos el enfoque del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) para evaluar y cuantificar el uso del agua en cada etapa.
Es vital comprender el impacto que las actividades diarias tienen en los recursos hídricos locales. Para ello, la Huella del Agua nos permite evaluar y cuantificar la cantidad de agua utilizada directa e indirectamente en nuestras actividades, desde el suministro de agua potable hasta la producción de bienes y servicios.
La Huella del Agua en Valencia se refiere al consumo total de agua asociado a nuestras actividades cotidianas, ya sea en nuestros hogares, negocios o industrias. Valencia, al igual que otras ciudades, enfrenta desafíos en relación al agua, como el estrés hídrico y la disponibilidad de agua dulce. Por lo tanto, es fundamental comprender el impacto de nuestras acciones y trabajar juntos para promover un uso sostenible del agua en la Comunidad Valenciana.
La Huella del Agua constituye una medida que nos permite calcular la cantidad de agua requerida en la elaboración de bienes y servicios. Esta métrica engloba tanto el agua empleada de manera directa durante el proceso de producción como el agua utilizada indirectamente en la fabricación de los insumos necesarios para dicho procedimiento. De esta forma, la Huella del Agua nos ofrece una visión global del consumo total de agua vinculado a nuestras actividades económicas.
La evaluación de la Huella del Agua se puede llevar a cabo utilizando diversas aproximaciones, siendo una de las más frecuentes el análisis del ciclo de vida. Este enfoque considera todos los aspectos que intervienen en el ciclo de vida de un producto, desde la obtención de los materiales utilizados en su fabricación hasta su disposición final. De este modo, se captura tanto el consumo de agua directo como el indirecto asociado con cada etapa del ciclo de vida.
La medición de la Huella del Agua directa implica cuantificar el volumen de agua utilizado de manera explícita en las operaciones y procesos de producción. Por otro lado, la medición de la Huella del Agua indirecta implica tener en cuenta el agua utilizada de forma indirecta a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo la producción de los insumos necesarios para fabricar el producto.
Estas distintas formas de medir la Huella del Agua nos proporcionan una perspectiva integral del impacto hídrico de un producto, lo cual nos permite comprender y abordar de manera más efectiva el uso sostenible del recurso hídrico.
La Huella del Agua varía según diversos factores, como el tipo de producto, el método de producción empleado, la ubicación geográfica y el clima. Estos elementos pueden influir en la cantidad de agua utilizada a lo largo del ciclo de vida del producto. Además, otros factores, como la adopción de tecnologías más eficientes en el uso del agua y una gestión adecuada de los recursos hídricos, también pueden tener un impacto significativo en la Huella del Agua.
Es importante reconocer que cada producto o actividad tiene sus propias características y requerimientos específicos de agua. Por ejemplo, la producción de alimentos puede implicar un consumo considerable de agua debido al riego de cultivos, mientras que la fabricación de productos industriales puede involucrar procesos que requieren grandes cantidades de agua para la refrigeración o la limpieza. Estos factores contextuales y la implementación de prácticas más sostenibles pueden marcar la diferencia en la Huella del Agua, contribuyendo a un uso más responsable y eficiente del recurso hídrico.
La evaluación de la Huella del Agua juega un rol de vital importancia al ofrecer a las compañías de la Comunidad de Valencia una comprensión clara del impacto que su proceso de producción tiene sobre los recursos hídricos. Esto les permite adoptar medidas concretas para reducir su consumo y disminuir su impacto ambiental. Además, la medición de la Huella del Agua proporciona información valiosa a los consumidores, capacitándolos para tomar decisiones más informadas al elegir productos y servicios que sean más responsables con el uso del agua.
Adoptar tecnologías más eficientes en el uso del agua: Las empresas pueden invertir en tecnologías y equipos que permitan utilizar agua de manera más eficiente en sus procesos de producción.
Gestionar adecuadamente los residuos líquidos: Las empresas pueden tratar y reutilizar los residuos líquidos generados en sus procesos, en lugar de desecharlos directamente en los cuerpos de agua.
Mejorar la gestión de los recursos hídricos: Las empresas pueden trabajar en conjunto con las autoridades locales y las comunidades para mejorar la gestión de los recursos hídricos en la zona donde se encuentran.
Reducir la huella indirecta de agua: Las empresas pueden tomar medidas para reducir la huella indirecta de agua, es decir, la cantidad de agua utilizada en la producción de los insumos que se utilizan en sus procesos.
Fomentar la conciencia sobre el uso eficiente del agua: Las empresas pueden fomentar la conciencia sobre el uso eficiente del agua entre sus trabajadores, proveedores y clientes, a través de programas de educación y sensibilización.
En general, las empresas pueden implementar medidas que permitan una gestión más sostenible del agua, lo que no solo reduce su huella del agua, sino que también puede mejorar su reputación, atraer a los consumidores y generar ahorros económicos.
La huella del agua es una medida del volumen total de agua utilizada en la producción, mientras que la huella hídrica es una medida más completa que tiene en cuenta no solo el volumen de agua, sino también su impacto ambiental, social y económico. Para más información, visita nuestro artículo sobre huella del agua en nuestro blog.
Una empresa de consultoría especializada en el diseño e implantación de Sistemas de Gestión según normas ISO, que después son certificados por Entidades Acreditadas por ENAC.